Temas:
La niñez de Díaz
Lucha por el poder
Único intervalo
Carmelita y Don Porfirio
Paz a toda Costa
La reelección
Ideología porfiriana
Los días del general
La niñez de Díaz (orígenes)
No se
sabe la fecha exacta en la que Porfirio Díaz vio la luz por primera vez, sin
embargo, varios historiadores concuerdan que la fecha más exacta es la que
aparece en su fe de bautizo, 15 de septiembre de 1830; fue el sexto hijo de
Faustino Díaz y Petrona Mori, de sangre criolla e indígena; nació en el estado
de Oaxaca.
Sus
hermanos se llamaron Desidera, Cayetano, Pablo, Manuela, Nicolasa y Félix, éste
último era más chico que Porfirio.
Su
padre, José Faustino Díaz, durante la tercera década del siglo XIX,
administraba el “Mesón de la soledad”, que era un hotel de la época, el cual
brindaba albergue a cambio de una pequeña cantidad de dinero a los necesitados
de descanso, tras largas jornadas de camino; comerciantes y viajeros que
buscaban seguridad y reposo.
Además
contaba con un local donde realizaba trabajos de herrería. Atendía también un
pequeño consultorio veterinario, lo que le permitió a su familia vivir con
comodidad durante algún tiempo, ahí de esa manera vivió con su hijo Porfirio en
sus primeros años, quien más tarde tuvo la grandiosa oportunidad de asistir a
la escuela.
En
Oaxaca hubo una epidemia de cólera, la cual le arrebató a Faustino Díaz la vida, el 18 de octubre de
1833. Sus restos fueron velados e inhumados en la iglesia de San Francisco,
Porfirio su sexto hijo, apenas tenía cumplidos tres años.
Con
la muerte de su esposo, Petrona Mori se convirtió en el pilar económico de sus
hijos, durante un tiempo administró el “Mesón de la Soledad ” hasta que no fue
rentable, entonces vendió sus fincas y se instalo junto a sus descendientes en
una modesta propiedad, llamada “El solar del Toronjo”.
Hilando puntas de rebozo, pudo costear Petrona Mori la
asistencia de sus hijos a la escuela. “…
su buen juicio y sus deberes de madre, le proporcionaron la manera de prolongar
por mucho tiempo aquellos escasos recursos”. Porfirio Díaz
En febrero de 1837 Porfirio fue enviado a aprender sus
primeras letras a una amiga, que, en la Oaxaca de aquellos tiempos, no era sino una
escuela de niños pequeños. Su madre un año después habría de instalar una por
su cuenta, el año que le siguió, Díaz ingresó a la escuela municipal primaria a
sus ocho años de edad, uno de sus maestros fue José María Crespo.
A los
once años, a causa de su mare, consiguió un trabajo de aprendiz en una
carpintería, y a los doce años, apoyado por su primo, el sacerdote Agustín
Domínguez que también era su padrino de bautizo, Porfirio ingresó en calidad de
oyente al seminario conciliar de Oaxaca.
En este
tiempo la iglesia ejercía un papel preponderante. Era común escuchar en los
diversos oficiales invocaciones a Dios.
Desde
1843, el padre José Mariano Godínez señalaba: “…vemos que las fiestas no se santifican: el cumplimiento de la iglesia
se ha dejado para los muchacys (sic) y para las beatas*… así vivimos hombres que. Despreciando los ritos más
edificantes de la iglesia de Dios, adoptan las ridículas ceremonias de una
sociedad secreta y se honraban con un mandil: aún hoy palpamos que nuestras
solemnidades se reducen a obras estériles, que no producen los frutos del
espíritu de la religión del alma”.
El
sermón tuvo lugar en la parroquia de la soledad, tal vez fue escuchado por el
aún joven Porfirio, que casi paralelamente había ingresado al seminario.
A la
muerte de su padre, Porfirio Díaz había quedado bajo la tutela de José Agustín
Domínguez. Con la intención de estudiar el Bachillerato en Artes, Porfirio
ingresó en 1843 en el seminario Tridentino de Oaxaca. Tenía trece años. Como el
curso ya se encontraba muy avanzado a su llegada no pudo presentar los exámenes
correspondientes. En 1844 tomó nuevamente la cátedra de “mínimos” –que era el
primer año de latín, y “medianos” el segundo– y a partir de entonces alcanzó la
más alta calificación durante los 5 años de preparatoria. Para graduarse
necesitaba cursar, de acuerdo al plan de estudios, dos años de latinidad y tres
de filosofía. Entre 1846 y 1848 estudió lógica, metafísica, física general,
matemáticas, física particular y ética, que eran las materias básicas para
acreditar los estudios en filosofía y terminar la educación media en Artes.
Al
poco tiempo conoció a José Justo Benítez, quien se convirtió en su consejero y
guía.
En
febrero de 1845, inició sus estudios de bachiller, cursando el primer año de
latinidad con el presbítero Macario Rodríguez. A los ocho meses nació su
sobrino.
Porfirio
Díaz heredó de sus padres la tenacidad y el carácter necesario para hacer
frente a las situaciones adversas*:
al cumplir 18 años se hizo cargo de su familia. Sin abandonar sus estudios
desempeñó los mas diversos oficios, como por ejemplo: armero*, zapatero, carpintero, bibliotecario…
Era
un joven de buena talla, notable desarrollo físico, con inclinación, aptitud y
el gusto por los ejercicios atléticos, la natación y los trabajos manuales.
Su
verdadero sueño era la carrera militar; adquirió en plena adolescencia un
manual de ejercicios físicos, y construyó un gimnasio dentro de su casa, uno
pequeño.
Junto
con sus amigos y su hermano Félix Díaz, improvisó aparatos gimnásticos donde
fortalecía su cuerpo. Cuando no tenía nada que hacer visitaba al zapatero
Nicolás Alpídes. Se ganó una buena fama, la del que aprendía con solo mirar,
pues siempre ponía mucha atención al trabajo, aunque estuviera en plena charla.
Con
retazos de tela y suela logró hacer suficientes pares para toda su familia. “…regularmente en vacaciones hacía muchos
pares para tener más tiempo libre el resto del año que dedicara a otros
trabajos. Después hice zapatos para mí y para mi hermano. Llegué a hacer
zapatos finos, botas buenas, y naturalmente a *mucho menos costo del que tenían
comprados en la zapatería.” Porfirio
Díaz
En la
plaza de las Armas, conseguía fierros viejos, cañones usados y llaves de
chispa. Los ensamblaba y hacía escopetas, y con la herramienta de un amigo suyo
fabricaba culatas; disfrutaba mucho el oficio de armero*. Con frecuencia en sus excursiones de caza, se cruzaba con
indígenas que le ofrecían comprar su escopeta, sin embargo, el ofrecía componer
y modificar las suyas a su gusto; su arma tenía mucho cariño por parte de él.
Luego de una semana les devolvía sus rifles por un precio previamente acordado.
Le
fascinaba trabajar la madera, con unos utensilios llegó a fabricar sillas,
mesas y otros objetos. No tenía torno, así que fabricó uno casero (muestra de
su inteligencia) que hizo unos muelles sostenidos del techo, que el movía con
el pie, y en la misma forma remplazaba otros instrumentos que le hacían falta.
“… Me gustaba mucho trabajar la
madera, y después me hice de una herramienta imperfecta e incompleta, y llegué
a fabricar mesas, sillas y otros objetos. Me faltaban muchos instrumentos: no
tenía, por ejemplo, torno, y para sustituirlo me valía de unos muelles
sostenidos del techo, que movía con el pie, en la misma forma, reemplazaba
otros varios instrumentos de carpintería”. Porfirio
Díaz
Comienza la edad adulta.
Porfirio
capitaneaba a los muchachos de su barrio, donde les conocían como “Los Alzados*”, que en un año después se
dirían como el batallón* “Libres”.
Durante
sus estudios de filosofía en sus años de bachiller dentro del seminario, su
maestro fue Macario Rodríguez, quien tiempo después alentó a varios estudiantes
les dijo que su deber era cooperar en la lucha contra el ejército invasor, así
que un grupo de alumnos se presentó ante el gobernador Joaquín Guergué, para ofrecerse como voluntarios de la Guardia Nacional.
Porfirio
fue enlistado en el batallón*
“Trujano”, que por la juventud de sus miembros era conocido como el “Peor es
nada”, ahí realizó ejercicios, guardias y tareas de patrullaje.
Poco
tiempo más tarde realizó su primer examen de filosofía, el resultado fue
excelente, así, de la misma manera aprobó el segundo año. Luego de esto comenzó
a impartir clases particulares en las que preparaba a los colegiales para sus
pruebas de conocimiento. (1847-1848)
A sus
19 años ofreció sus servicios al comerciante Joaquín Vasconcelos, quien a
cambio, prefiere obsequiarle algunos libros, y además lo invita a continuar sus
estudios.
Porfirio
impartió clases de latín a Guadalupe Pérez, hijo de uno de los más destacados
abogados de la época, el Licenciado Marcos Pérez, con quien trataba amistad.
Cuando
Díaz aprobó su tercer año de filosofía concluyó sus estudios de bachiller en
Artes. El mismo año (1849), José Agustín Domínguez, primo y padrino, le
ofreció, si él accedía a continuar sus estudios en la carrera eclesiástica, una
beca, y más tarde los beneficios de una capellanía.
Marcos
Pérez, masón, su amigo y tutor espiritual, liberal y maestro de derecho en el
Instituto de Ciencias, lo invita a asistir a reuniones académicas, en las
cuales el joven seminarista escucha discursos progresistas y se relaciona con
ciertos asistentes como Benito Juárez, a quien conoció en una entrega de
premios. Juárez lo atrapó con su trato abierto y cordial, y esa misma noche,
Díaz decidió abandonar el seminario.
“…entusiasmado entonces por lo que
había visto y oído, formé la resolución de no seguir la carrera eclesiástica.
Luché conmigo mismo toda la noche y no pudiendo soportar el estado en que me
encontraba, comuniqué a mi madre mi resolución al día siguiente”. Porfirio Díaz
Su
madre, y José Agustín Domínguez lo lamentaron mucho, éste último le hace saber
que no quiere volver a verlo, le retiró sus ofrecimientos y exigió de vuelta los
libros que con gran esperanza le había regalado a su joven ahijado. (1849)
Porfirio,
optó por la carrera de leyes y se inscribió en el instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, que varios
hombres de fe (Clérigos, entre otros) consideraban “Casa de herejes”, y en la
biblioteca del edificio consultó numerosas obras europeas en boga*, que trataban temas de química,
física, astronomía, geografía y farmacéutica. Marcos Pérez fue uno de sus
maestros.
Petrona
Mori, su madre, se vio obligada por las deudas a vender la casa de la calle de
Liebres. El solar del Toronjo pasó a manos de Francisco Mora por doscientos
pesos. (Junio 1850). Dos meses después le entregó a su sexto hijo, Porfirio, el
poco dinero que había dejado su padre, José Faustino Díaz.
El 30
de enero de 1852 asistió a un curso de estrategia y táctica militar organizado
por el gobierno del estado.
El
mismo año en el mes de abril fue iniciado en los secretos de la masonería en la Logia del Cristo del Rito
Nacional. La primera logia masónica de importancia en Oaxaca fue fundada entre
1841 y 1845. Tenía como sede la casa del gobernador Antonio de León. A pesar de
la abierta condena de la iglesia, la organización casi secreta hizo de ella un
ámbito ideal para la discusión de ideas liberales. La masonería hacía las veces
de una cofradía laica o un partido político en potencia.
Aquí
era venerable Benito Juárez. Marcos Pérez presentó a Díaz a estas reuniones, y
la relación entre ambos se estrechó más al amparo de la logia.
Díaz
ya había declarado su hostilidad en junio de 1853 al gobierno de Antonio López
de Santa Anna, quien se hacía llamar su alteza serenísima; a raíz de esto se
vinculó con un grupo liberal en julio, que planeaba una revolución en Oaxaca,
en el cual, era comisionado como correo de los conspiradores, en ese momento se
salvó de caer preso gracias a la intervención de Marcos Pérez.
El
mismo mes días antes, como pasante de derecho comenzó a trabajar en el bufete
de Marcos Pérez.
Marcos
fue aprehendido en noviembre de 1853 por su oposición a Santa Anna. Porfirio
junto con su hermano Félix Díaz escaló el convento de Santo Domingo, donde
estaba preso su maestro e ingeniosamente lo mantuvo informado sobre su proceso
judicial, además de los cambios políticos que agitaban al país.
Días
describía a Pérez como “hombre de claro
talento, vasta ilustración, extraordinaria honradez y fuerte carácter”.
“En el convento de Santo Domingo,
que por su solidez era casi una fortaleza, estaba el cuartel del Batallón Activo de Oaxaca… Había en el
una prisión especial para los frailes llamada La Torrecilla , en donde se
puso a don Marcos Pérez. Tendría La Torrecilla como tres metros de largo por dos de
ancho, con una puerta en un extremo y una ventana alta en uno de sus lados, de
modo que desde la puerta se podía ver todo lo que pasaba en su interior”. Porfirio Díaz
Díaz
nunca se recibió de abogado, fue un buen alumno pero nunca obtuvo premio alguno
por su desempeño académico. Su aprovechamiento dentro de las aulas fue
reconocido por sus maestros de otra forma: lo recomendaron para ocupar una
plaza dentro del instituto.
Así
después de su experiencia como bibliotecario en la institución (el 13 de marzo
obtiene el empleo y el 10 de mayo lo pierde por no ser partidario de Santa
Anna), y debido a la ausencia de Manuel Iturribarria, quien era maestro
titular, fue asignado profesor interino de la carrera de derecho natural y de
gente. Lo impartió algunos meses. Gracias a ella pudo aliviar temporalmente la
difícil situación económica de su familia.
“Por el año de 1854 fui
bibliotecario del Instituto, como sustituto de don Rafael Unquera, a quien daba
yo la mitas de los veinticinco pesos mensuales asignados a este empleo. Este es
el primer sueldo que tuve, y él, aunque pequeño, vino a mejorar grandemente mi
situación pecuniaria”
Siendo
solo un pasante consiguió el poder para representar legalmente al pueblo de
Valle nacional. Éste le resultó muy lucrativo, ya que por la importancia de la
región, le pagaban un noble sueldo.
Época de guerra
Los
acontecimientos que sucedieron en 1854 terminaron por arrastrarlo hacia el
camino de las armas, pues este año, el primero de marzo se proclamó el plan de
Ayutla, y Porfirio decidió tomar armas en contra de la dictadura de Santa Anna.
El
gobierno convocó a un plebiscito para determinar si el presidente debía o no
permanecer en el poder, no solo [Porfirio] votó por la negativa, sino además
sugirió que sea el general Juan Álvarez quien ocupe la presidencia. Su acto le
vale tener que escapar a la
Sierra donde inició su carrera militar, pues se emitió una
orden de arresto en su contra, por haber manifestado su oposición y a favor de
Álvarez. Eso no le agradó en lo más mínimo a Santa Anna.
Luego
de huir se incorporó a la guerrilla de José Ma. Herrera, integrada por indios
monteros armados con machetes y una que otra escopeta de caza. Los disciplinó y
preparó para el combate. Esta fue la primera vez que puso en práctica los
conocimientos militares que adquirió en el Instituto de Ciencias y Artes de
Oaxaca.
El 1°
de diciembre de 1854, en la cañada de Teotongo, la unidad derrotó a una unidad
del ejercito Santanista, este fue su primer hecho de armas. Con esto, Díaz
había contribuido a la caída definitiva de “Su Alteza Serenísima”; quien
abandonó el poder y se embarcó a Veracruz rumbo al exilio, el 16 de agosto de
1855, un día jueves.
Con
el triunfo de la revolución de Ayutla, el gobierno de Oaxaca nombró a Porfirio
jefe político del distrito de Ixtlán. Su gestión duró cerca de un año y durante
ella se logró organizar la
Guardia Nacional del Distrito. Y para el 22 de diciembre de
1856, Benito Juárez –quien era gobernador de Oaxaca– lo designó como capitán de
infantería de uno de los batallones. Entre un puesto civil con mayor sueldo y
un mando militar con más gloria.
En
Oaxaca, la guerra de reforma comenzó antes que en otras partes del país. En la
terrible batalla de Ixcapa, el capitán Porfirio Díaz fue herido de bala por el
bando conservador.
“En los primeros disparos… fui
atravesado de la última costilla falsa… El tiro me derribó, pues fue tan cerca
que quedaron incrustados en… mi ropa, algunos granos de pólvora… pero me repuse
violentamente, y como lo exigía la presencia del enemigo me levanté, estimulé a
mis soldados y pusimos en fuga a la columna.” Porfirio Díaz
Antes
de sanar completamente se reintegró a la lucha. Un médico liberal, reconocido,
de Tlaxiaco, le había atendido, don Esteban Calderón, quien lo operó con ayuda
de su hija Carmen, futura esposa de Vasconcelos. Sus jefes fueron José María
Díaz Ordaz e Ignacio Mejía. Sus enemigos, los hermanos Cobos.
Conforme
avanzó la guerra, Porfirio fue ascendido en grados militares: mayor, teniente
coronel y coronel, en tan solo tres años. Pero junto a su experiencia militar
descubrió una capacidad suya, la de gobernar hombres. Fue entonces, en
Tehuantepec cuando conoció a un viajero Francés, Carlos Esteban Brasseur.
“Su aspecto y su porte me
impresionaron vivamente… ofrecía el tipo indígena más hermoso que hasta ahora
he visto en todos mis viajes: Creí que era la aparición… de Guatimozin, tal
como me lo había imaginado… sería de desear que las provincias de México fueran
administradas por hombres de su carácter.” Brasseur,
el profeta.
“Alto, bien hecho, de una notable
distinción, su rostro de una gran nobleza, agradablemente bronceado, me parecía
revelar los rasgos más perfectos de la antigua aristocracia mexicana. Porfirio
Díaz, por lo demás, era todavía muy joven.” Carlos
Esteban Brasseur
Asimismo
Díaz escribió a Juárez en Tehuantepec.
“Ofreciendo a usted mi espada para los sagrados
derechos de nuestra patria; seguro que mi débil puño procurará manejarlo… de
una manera proporcionada a la grandeza del objeto al que está consagrada.”
El 25
de febrero de 1858 Porfirio participó en la toma de la plaza de Oaxaca, contra
las fuerzas conservadoras de José María Cobos.
Cuando
llegó, el 22 de Julio, fue ascendido a comandante de batallón de la
Guardia Nacional.
Y el
17 de julio de 1859 lo ascendieron a teniente coronel. “Sorprendí al enemigo en la Mixtequilla y lo seguí hasta el rancho de los
Amantes, donde lo derroté por completo… Esta acción me valió el ascenso a
teniente coronel por el teniente del estado” Porfirio
Díaz
“El 24 de agosto, mi madre [Petrona Mori]
murió en 1859. Las necesidades del servicio me hicieron venir a Oaxaca” “…La encontré enferma pero ignoraba su
gravedad… No tuve el consuelo de verla morir, pues falleció dos días después de
mi salida de Oaxaca” Porfirio Díaz
El 22
de noviembre expuso en sus memorias “El
cirujano de un buque de guerra de los Estados Unidos… me extrajo la bala que me
hirió en la acción de Ixcapa”. Por el enfrentamiento en Tehuantepec contra
los conservadores y la conducción de armamento en Minatitlán al puerto de la Ventosa , el mismo día fue
ascendido a coronel de infantería. (1859).
En enero
de 1860, sufrió su primera derrota en lo que llevaba de su exitosa carrera
militar, Porfirio se sintió muy mortificado luego de esto.
Por
segunda vez, los liberales pusieron sitio a la cuidad de Oaxaca; para evitar la
ruptura de éste, Díaz sostuvo dos acciones de gran importancia, una en el
Fortín de la Soledad
y otra en el Marquesado. (1° de febrero)
“La batalla que dio por resultado la
toma de Oaxaca me valió el ascenso a coronel del ejercito permanente que me
mandó de Veracruz el presidente Juárez [en esta acción] recibí una bala que me
inutilizó mi pierna derecha.” Porfirio
Díaz
El 4
de enero de 1861, Porfirio y el Gral. González Ortega siguieron la marcha para
el Estado de México; el ejército conservador había sido derrotado por completo.
Al término
de la guerra de Reforma, el general Porfirio Díaz fue electo a diputado del
Congreso de la Unión. Se
trasladó a la cuidad de México para ocupar su puesto. No sabía mucho de las
actividades parlamentarias. “Soy soldado,
y pido permiso para ir a pelear” dijo al enterarse del fallecimiento de los
mártires liberales. Siendo diputado federal por el distrito de Ocotlán del
estado de Oaxaca, pide permiso a la cámara para salir a combatir al general
Márquez que amenaza la cuidad de México.
De
inmediato se presentó ante el general Mejía, quien se encontraba defendiendo el
punto de la Tlaxpana
por el rumbo de San Cosme: tomó el mando de algunos soldados y según sus
palabras, se arrojó contra los soldados, los detuvo y dispersó, la calzada
quedó llena de muertos. Tiempo después se incorporó a la columna del general
Jesús González Ortega.
En
Jalatalco, la eficacia de Díaz fue una determinante para el triunfo liberal. Esta
campaña le trajo un amplio reconocimiento público, y su ascenso a general;
tenía apenas 30 años de edad. “Con motivo de la victoria me dio el
gobierno del Sr. Juárez el grado de general de brigada” Porfirio Díaz (13 agosto 1861)
Un
mes después apoyó las tropas del general Santiago Tapia, y en Pachuca derrotaron
nuevamente a Márquez. Obtuvo mención especial y nota sobresaliente.
A
finales de 1861, llegaron a México los ejércitos de España, Inglaterra y
Francia, el último no respetó los tratados “Preliminares de la soledad” y
siguieron con la invasión. “Recibí una
nueva orden en la que se me prevenía sobre Acultzingo… El ejército invasor
apareció en las cumbres,… a medio tiro de fusil… Duró el combate hasta las 10
de la noche.” Porfirio Díaz (28 abril
1862)
Francia,
al mando del general Carlos de Latrille, conde de Lorencez. El gobierno
Mexicano designó como comandante a Ignacio Zaragoza, quien se replegó con sus
tropas a Puebla, incorporados a éste ejército, Porfirio y su hermano Félix
presenciaron la terrible catástrofe de San Andrés Chalchicomula: La explosión
de un depósito que mató a más de 900 soldados que estaban acuartelados en pisos
superiores, todos ellos de una brigada originaria del estado de Oaxaca.
La
mañana del 5 cinco de mayo de 1961 ocurría el hecho por el cual Díaz se daría a
conocer a nivel nacional. El general Lorencez se sentía apoderado de México y
esperaba el ejército de Oriente, dispuesto a resistir el ataque.
Los
generales mexicanos entre los cuales se encontraba Porfirio Díaz estaban
esperando el ataque en sus posiciones. Al medio día, a eso de las 12 comenzó el
cañoneo. El ejército Francés se avanzó contra los fuertes y una y varias veces
fueron rechazados después de que Félix Díaz, su hermano gritara, “¡En nombre de Dios, arriba nosotros!” siguiendo
su propia inspiración, Porfirio saltó de sus parapetos para seguir al enemigo,
hasta que una orden de Zaragoza lo obligó a detenerse para no comprometer a sus
tropas.
“El C. general Díaz con dos cuerpos de su
brigada… contuvieron y rechazaron a la columna enemiga que también con arrojo
marchaba sobre nuestras posiciones… Mandé a hacer algo al C. general Díaz que
con empeño y bizarría lo siguió, y me limité a conservar una actitud
amenazante” Ignacio Zaragoza
La jornada terminó cuando cayó un fuerte aguacero que
detuvo los combates. En el campo Francés todo era confusión y tristeza; alegría
y euforia.
“Esta victoria fue tan inesperada que nos
sorprendemos verdaderamente con ella, y pareciéndome a mi que era un sueño,
salí en la noche al campo para rectificar la verdad de los hechos, con las
conversaciones que los soldados tenían alrededor del fuego” Porfirio Díaz. En esta batalla, Díaz
había defendido un punto llamado ladrillera.
El 17
de marzo de 1863 con 36000 hombres, el general Forey quien recibió la rendición
y exhortó al ejército mexicano a firmar un documento por el cual se
comprometían a deponer las armas le puso sitio a la ciudad de Puebla.
Porfirio y la mayoría se negaron. Forey decidió
trasladarlos a Francia. En el camino, varios prisioneros, entre ellos Díaz
escaparon. “Hubo un instante solemne en
que el ímpetu de la carga, desmoralizo a mis soldados… en esos momentos disparé
contra los franceses un obús que tenía en el patio, cargado con metralla… y la
descarga los desmoralizó, al grado de que abandonaron el patio que ocupaban”.
El 26 de mayo de 1863, el periódico “El constitucional” publicó:
“El Sr. General D. Porfirio Díaz
Tenemos el
placer de anunciar que se haya entre nosotros este valiente soldado del pueblo,
cuyos hechos heroicos en la defensa de Zaragoza le han gran jeado una muy
merecida reputación.”
Forey y los conservadores trajeron a un emperador austriaco, Maximiliano
de Habsburgo.
“…Maximiliano… permaneció en el país
inclinándose unas veces a los conservadores, otras demostrando tendencias
liberales… pero teniendo que someterse siempre a los dictados del mariscal
Bazaine…” Porfirio Díaz
El
gobierno mexicano abandonó la capital y se dirige hacia Querétaro. Porfirio se
presentó ante Juárez en la
Ciudad de México. Había desaliento por el gobierno por la
caída de Puebla y por la derrota de Ignacio Comonfort, en San Lorenzo. Cuando
Comonfort murió, días después, Juárez pidió a Díaz que eligieran ser nombrado
comandante en jefe del ejército o bien, ministro de guerra. Sorprendido,
Porfirio acertó solamente responder que no se sentía capaz de ocupar esos puestos,
era muy joven, y había generales con mayor experiencia que él. El presidente
Juárez le ofreció el mando del ejército del centro y le ordenó que escoltara al
gobierno en su peregrinación hacia el norte.
“En marcha para Oaxaca con objeto de formar
un nuevo cuerpo del Ejército de Oriente, recibí un despacho del general de
División… probablemente para que tuviera plenitud de facultades en el ramo
militar” Porfirio Díaz (14 octubre 1863)
Tiempo después, Juárez dispuso la reconstrucción, al
mando de Díaz, del antiguo ejército de Oriente. Su base de operaciones estaría
en el estado de Oaxaca. Es el momento en que Díaz asciende al más alto grado
del ejército, el de general de división.
El
primero de diciembre de 1963, Porfirio asumió provisionalmente el gobierno de
Oaxaca.
El 10
de agosto de 1864, en San Antonio Nanahuatipán, Porfirio sorprende a los
franceses pero por falta de apoyo se retiró con pérdidas considerables. Luego
de la derrota, no tuvo más remedio que resguardarse en Oaxaca.
Los
franceses, acaudillados por su nuevo comandante, el mariscal Aquiles Bazaine,
sitiaron la ciudad. A pesar de los reveses de Díaz, su actividad llamó tanto la
atención del gobierno imperial, que éste intentó atraerlo a su bando.
Naturalmente, Porfirio rechazó la oferta. Igual de natural, Maximiliano
resolvió acabar con aquel caudillo de una vez por todas. Durante casi dos
meses, Díaz resistió los embates del mariscal Bazaine, dando muestras de arrojo
y valentía. Pero ante la falta de municiones y la deserción de sus soldados, se vio obligado a rendirse.
“El general Díaz era el primero en
acudir al punto donde el peligro era más indigente, batiéndose como un soldado,
realizando hazañas que rayaban en la temeridad, y causando admiración de sus
subordinados. Éstos… sospecharon que Porfirio solo buscaba una muerte gloriosa
en la trinchera, y en nombre del interés común le expusieron que debía
conservar su vida, que pertenecía a la patria…” Ignacio M. Escudero
“Calculo que la
fuerza que tenía Bazaine al cerrar el sitio, ascendería a unos 9000 hombres del
ejército francés y cosa de 1000 traidores… Al perder mi caballería me quedarían
en la plaza 2800 hombres.” Porfirio Díaz
“…la plaza de Oaxaca se había
rendido, su jefe, el general Díaz, con todos sus subordinados había quedado
prisionero…” Ignacio Manuel Altamirano
Bazaine traslado a Porfirio a Puebla como prisionero
de guerra; dado su alta peligrosidad, se le condujo bajo extremas medidas de
seguridad.
Díaz
descubrió que era capaz de impresionar a los extranjeros y de ganar su
voluntad. Hizo amistad con un oficial que tenía sus orígenes húngaros, el barón
de Csismandia; éstos comían y paseaban juntos, hasta que el conde Thun decidió
acabar y reforzó la vigilancia sobre Porfirio; quien prometió a Csismandia que
no abusaría de su amistad ni escaparía para no perjudicarlo, pero, puesto fuera
de jurisdicción de su amigo, de Austria Hungría, decidió escapar. Díaz era un
experto en evadirse.
Durante
la Guerra de
Reforma había utilizado inteligentemente los disfraces. Ahora, en su huída
utilizaría una gran estratagema, peligrosa y audaz.
“…aquí en Puebla, está prisionera el general
enemigo Porfirio Díaz. Es un hombre respetable… Porfirio Díaz se ha evadido de
la cárcel en Puebla. Se afirma que el primer teniente Csismandia de los
húsares, sobornado con dinero, lo dejó pasar.” Conde Carlos khevenhiiller
Aprovechando un espacio de descuido, burló la
vigilancia puesta por los centinelas, se escurrió por los techos y descolgó por
los altos muros del Colegio Carolino de Puebla. Sus subordinados lo esperaban
con caballos para emprender la huida.
“[Esa] tarde había yo añadido tres reatas
que me proponía usar en mi evasión, y una daga perfectamente afilada, como
única arma para defenderme de cualquier agresión” Porfirio Díaz (20 septiembre 1865)
Desde
su fuga en septiembre de 1865, hasta septiembre de 1866, Díaz se había vuelto
un guerrillero. Se había logrado incorporar con sus pocos soldados, y era de
nueve el jefe del Ejército de Oriente, cuerpo que no sobrepasaba los 300
hombres. El 10 de octubre de 1865, en busca de pertrechos, víveres y hombres,
buscó apoyo en las montañas del sur, en la Providencia , estado de
Guerrero; donde vivía el viejo general Juan Álvarez, quien le dio algunos
mosquetes, 900 rifles y alistó a la gente del lugar a las filas del ejercito de
la república. Mientras tanto en octubre, Maximiliano expidió una ley que
condenaba a muerte a todos los defensores de la república y a quienes, de forma
que fuere les prestaran su ayuda. El decreto sin embargo no arredró sino que
avivó los hábitos republicanos. El mayor ejemplo de Tesón era Porfirio Díaz,
según su secretario. Porfirio se iba convirtiendo en una viva leyenda; El resto
del año se batió con mucha o poca suerte en Tehuitzingo, Piaxtla, Tulcingo y
Comitipla.
En febrero
de 1866 la secretaria de guerra le comunica que se devuelve el mando de la Línea de Oriente con las
mismas facultades que tenía antes de la caída de Oaxaca. Comenzando así una
basta campaña en toda en toda la región. En Tlaxiaco obtuvo su primera victoria
importante. Siguieron Pinotepa, Jamiltepec, Putla, Huajuapa y Nochistlan. Cada
vez aumentaba más el número de sus tropas.
“Hemos recibido noticias muy buenas de
Oaxaca. El Gral. Díaz se habría incorporado a las fuerzas que estaban
escalonadas esperándolo y a poco entro en campaña… Todo el estado seria
insurreccionado…” Matias Romero a Benito
Juárez
“… Aquí
comienzan las mil leyendas en las que se han mezclado su nombre” Justo Benítez
El 3
de octubre, un día miércoles: “Considero
la victoria de Miahuatlán como la batalla más estratégica de las que sostuve
durante la guerra de intervención y la más fructuosa en resultados, pues me
abrió las puertas de las ciudades de Oaxaca, Puebla y México.” Porfirio Díaz
En
octubre de 1866, Porfirio junto con “el Chato” Félix (su hermano) obraron de
acuerdo para conquistar la cuidad, en la campaña de Oaxaca. En Miahuatlán,
Porfirio diseminó estratégicamente a sus soldados, la columna enemiga saltó
sobre ella, derrotándolo completamente. El botín de la guerra sirvió para armar
sus tropas. La acompañaban ya algunos lugartenientes celebres: Manuel González,
Carlos Pacheco, entre otros. Después de esta batalla, Díaz probó el amargo
sabor de la sangre injustamente derramada: siguió las órdenes de Juárez y
ordenó el fusilamiento de los oficiales mexicanos que habría hecho prisioneros
pero respeto la vida de los extranjeros. Con su ejército ya reforzado, a los
pocos días derrotó en la
Carbonera a otra columna imperial: las dos batallas,
Miahuatlán y la Carbonera ,
fueron los pilares con los que cimentó su prestigio militar.
En la Carbonera , Porfirio
intercepta y derrota a una columna de 1300 hombres que iban en auxilio de las
tropas imperiales sitiadas en la cuidad de Oaxaca.
Porfirio
junto con su hermano sitiaba Oaxaca, que parecía convertirse en el eje de toda
la guerra. Simbólicamente en aquel escenario político dominado por Oaxaqueños,
la ciudad natal de Díaz seria la primera plaza simbólicamente por la república.
Los imperialistas se rindieron.
Díaz
no empleó el cual recurso de fusilamiento sino uno mucho más efectivo, la
clemencia y la generosidad. Solo se ejecutó a Juan Pablo Franco que había sido
elegido prefecto y comisario imperial de Oaxaca, y había perseguido
encarnizadamente a los republicanos.
“Seguí estrechando el sitio y cuando me preparaba a asaltar la ciudad
(Oaxaca) el enemigo… me propuso la entrega de la plaza… (y) se rindió a
discreción” Porfirio Díaz miércoles
3 de octubre de 1866.
Para
informar a Juárez de sus actividades, Porfirio enviaba su correspondencia vía
Washington, ahí la recibía Matías
Romero, quien a su vez la reenviaba al presidente. Romero y Díaz eran grandes
amigos, tanto que Matías le consiguió una buena parte del armamento contratado
en los Estados Unidos. Cuando Juárez se entero de la toma de Oaxaca, comento eufórico
a su yerno Santa Cilia “Díaz es un buen chico.” Ya en
Oaxaca Porfirio se reencontró con su familia y descubrió que su sobrina
Delfina, hija de su difunta hermana Manuela ya era una mujer.
“La
ciudad de Oaxaca, en febrero de 1865, había sido ocupada por el ejercito francés,
quedaba recuperada para la
Republica por el mismo jefe que casi dos años antes había
tenido que sucumbir… El General Díaz
recibió una ardiente ovación del pueblo de Oaxaca, que de mil maneras le manifestaba su gratitud” Ignacio M. Escudero.
“(el
obispo) Covarrubias se asusto mucho por que habiéndome mandado a preguntar que
consideración le aguardaría si tomaba Oaxaca, y siguiendo mi sistema de
aparentarme sanguinario para difundir terror, le conteste que lo fusilaría con
su gran uniforme de obispo.” Porfirio Díaz.
“PARTE NO OFICIAL. Derrota de una gravilla. El periódico oficial de Puebla pública el
documento siguiente: “Comandancia militar de Cuixtlahuaca, Noviembre 4 de 1866.
Tengo
la honra de poner en el superior conocimiento de V.E. que el día 28 del mes
próximo pasado, a las 12 del día, he derrotado completamente a una gravilla de
los disidentes de Porfirio Díaz, que procedente de Oaxaca, procuraba
posesionarse de este distrito para cometer sus acostumbradas depredaciones; pero yo con la
fuerza de mi mando logré darles alcance en la cañada que le nombran San
Bartola, entre el pueblo de Concepción y Astala: la gravilla se componía de 26
hombres todos a caballo. Después de un rato de combate, dejaron en nuestro
poder 7 caballos, 1 mula, 3 mosquetes, 3 machetes, 1 rifle austriaco y todas
las municiones que llevaba, siendo únicamente por la incomodidad del…”Diario del imperio, 12 de noviembre de 1866
Luego tuve noticia de la captura de Franco, mande
instaurar el proceso correspondiente… y fue sentenciado a muerte… y pasado por
las armas en Oaxaca.
En febrero de 1867, Porfirio Rechazó la invitación que
en nombre de Maximiliano hace Mr. Bournof para cooperar con el imperio “Conteste que mis únicas relaciones con
Maximiliano consistían en batirlo o ser batido por él, Porfirio Díaz.”
Los franceses habían comenzado a retirarse, surgieran
dos ejércitos republicanos, uno en el norte y otro en el accidente. Los
batallones que se habían mantenido de pie, en la guerra eran el del centro, y
el de oriente, este último comandado por Díaz, se encontraban cosechando
triunfos.
El 7 de abril de 1867, había nacido en Huaixota. Guerrero, una niña bautizada
con el nombre de Dionisia Amancia de
Jesús e Inscrita como hija natural del general Porfirio Díaz, y de Rafaela
Quiñones, una joven a quien Díaz conoció cuando buscaba el apoyo del viejo
caudillo Juan Álvarez, Porfirio todo el tiempo reconoció a su hija, a quien se conocía como Amanda
Díaz, o AMANDITA. No la llevó a vivir con él y Delfina, pero sí se preocupó por
su bienestar; la encomendó primero con
una familia amiga, y después, con la muerte de Delfina y su nuevo matrimonio,
la dejó bajo la tutela del general Carlos Pacheco. Con el paso de los años,
reunió a Amandita con sus otros hijos, bajo el mismo techo.
“Muchas
personas que de tiempo la conocen han notado un cambio en su fisonomía, que
tiende a mejorarla, La verdad es que la niña (Amanda) está robusta y buena, y
lo que es más, bonita…” Malvina
Suárez a Porfirio Díaz.
Antes de retirarse, Bazaine ofreció a Porfirio Díaz
armamento y ropa a precio de ganga. Porfirio rechazo la oferta: Todo eso podía
tomarlo como botín de guerra. Bazaine hizo un nuevo intento de congraciarse con
él: Le entregaba a Maximiliano, con tal de que Porfirio se hiciera del poder y desconociere a
Juárez, además de que negociaba una salida gloriosa para los franceses.
Porfirio no lo escuchó.
El ejército de oriente marchaba
al mando de Porfirio Díaz rumbo a la ciudad de Puebla. Luego de sitiarla
recibió una muy importante noticia: Leonardo Márquez había salido de Querétaro
y se dirigía a Puebla. Por el temor de quedar atrapado entre los dos fuegos,
Díaz decidió tomar por asalto* la
fortificada plaza, sus detractores dijeron que había comprado la entrega de
Puebla con algunos de los imperialistas,
la verdad es que su decisión fue respetada hasta la víspera. Había notificado sus planes a los principales
subordinados en una junta de guerra. La
madrugada del 2 de abril, 13 columnas de ataque sorprendieron a la guarnición
de Puebla. A las 9:00 a.m., era claro el triunfo de las armas republicanas:
Porfirio había conquistado Puebla. Al pie de su nueva política fusilo 20 oficiales imperialistas y
el resto fueron perdonados. ”… el asalto* más audaz y heroico que se
registra en nuestra historia militar…” Ignacio
M. Escudero.
“Alargaría mucho esta relación si me detuviera a
referir todos los actos de valor y arrojo de mis subordinados que al asalto* del dos de abril. Solamente diré
que considero esta acción como una de las más importantes de las que sostuve
durante la guerra…”Porfirio Díaz. –Entusiasmado por la victoria y por una mujer: su
sobrina carnal Delfina Díaz no tardo mucho para escribirle pidiéndole su mano.
Después de dudar unos cuantos días Delfina acepto, Porfirio que se encontraba
atracado en las cosas de la guerra, envió un apoderado de nombre Juan de Mata Vázquez,
presidente del Tribunal Superior de
Justicia del Estado, para que contrajera matrimonio en su nombre. Sin embargo surgió
un contratiempo, Delfina era hija ilegitima de el doctor Manuel Ortega, que no
le había reconocido, Díaz, presionó un poco al doctor Ortega y esto basto para
que le diera su apellido a Delfina, la boda civil se celebró en Oaxaca el 15 de
abril de 1867.
Mientras tanto Porfirio
derrotaba a Márquez en San Diego Notario, San Gregorio y San Lorenzo, “En la acción
de San Lorenzo hubo un solo fusilado, fue un oficial… (que), al ver
desfilar nuestras fuerzas, dijo en voz
alta y en tono de burla y desprecio: ¡con que baraja hemos perdido!, y como
esta exclamación era ofensiva a nuestro ejercito y convenía sostener su moral y
su respeto, se le mando fusilar” Porfirio Díaz, “…Lejos de continuar mi marcha, forme batalla para batirlo (Porfirio
Díaz), y él rehusó al combate; Siempre me honraba que así se condujera quien
venía vencedor de Puebla y orgulloso con su victoria.” Leonardo Márquez.
“…Habiendo logrado Márquez esquivar un combate
decisivo en la hacienda de San Lorenzo el 10 de abril de 1867, lo he perseguido
de cerca… El enemigo abandonó para lograr salvarse, 62 carros de municiones, y
otros efectos.” Porfirio Díaz.
“El mencionado general… soltero de treinta y cinco
años de edad y actual general de la
División del Ejercito Republicano…(y) la segunda (Delfina
Ortega) … doncella de 20 años de edad… piden la celebración de su matrimonio
con todas las formalidades necesarias… agregando que aunque hubo un impedimento
de consanguinidad en tercer grado, éste fue dispensado por la superioridad
entonces el expresado juez dijo…: Yo, en nombre de la sociedad y autorizado por
la ley, los declaro legalmente unidos en matrimonio” Acta de matrimonio de Porfirio Díaz y Delfina Ortega.
La batalla de San Lorenzo se
libró el 10 de abril de 1867 donde Díaz enfrentó a las tropas imperialistas de
Márquez, Khevenhuller y Kodolich y dos días después pone sitió a la ciudad de
México.
Para el miércoles 20 de junio
del mismo año, la ciudad de México se rinde, y el viernes las tropas de Porfirio ocupan
pacíficamente la plaza. El 15 de julio recibe a Benito Juárez, quien entraba a
la ciudad.
El sitio de la ciudad de México
duró más de dos meses. Díaz no quería asaltar la ciudad, así que espero a que
las tropas imperiales se rindieran y una vez que la ciudad rué tomada se
abstuvo de liberar prisioneros, con una sola excepción: Santiago Vidaurri,
traidor de la causa de Juárez y ministro de la hacienda imperial a causa de la
muerte de Maximiliano y a que Leonardo Márquez se oculto al enterarse del
fallecimiento de éste, Porfirio conquistó la capital sin derramar una gota de
sangre, Juárez comenzó a desconfiar de
él: no fusilaba a los traidores. No era exacto al informar sus movimientos y
órdenes. Desobedeció al gobierno al nombrar como jefe político del Distrito Federal a Juan José Baz
El General Porfirio Díaz en nombre de la República libre e independiente ocupó la capital,
arrancando de las armas de la gran ciudad la corona imperial que había grabado
en ellos la ensangrentada espada de la invasión extranjera” Ignacio M. Escudero.
A oídos de Juárez llegó cierto
rumor que Porfirio estaba formando un partido militar con el lógico y obvio
propósito de llegar al poder.
Díaz había reunido un ejército
jamás visto en México: 35.000 hombres. Y pese a esto permaneció leal al
presidente. Lo invitó a regresar a la capital donde le dio un magnifico
recibimiento, le entregó una bandera para que la izara en el palacio nacional y
le rindió cuentas claras del ejercito de oriente. Luego pidió su retiro lo cual
no le fue concedido. “Me dio tiempo para preparar la construcción de una gran
bandera para enarbolarla en el Palacio Nacional el día de la entrada solemne
del presidente, porque habiéndole dicho en una de sus cartas… que volveríamos a
izar la bandera Mexicana en el Palacio, recordando su expresión de entusiasmo,
prohibí que se izara la bandera en ése edificio hasta que personalmente lo
hiciera el señor Juárez. El 25 de agosto el presidente y sus ministros asisten
a un banquete de despedida en honor a Porfirio.
Sus amigos le obsequian una
espada con la inscripción: “Destrucción del imperio. Miahuatlan, Oaxaca,
Puebla, México. Al C. Porfirio Díaz. Sus amigos, 15 de julio de 1867” .
Las relaciones entre Porfirio y
Benito se deterioraban día a día. Se trataba de un licenciado que detestaba el
militarismo y el militar que detestaban los licenciados “la patria estará
siempre contenta con mi espada” Porfirio Díaz a Lucina de Baz, los periódicos
de la época decían que el nombre de Porfirio iba “recorriendo la Europa en alas de la
popularidad. Fue una gran impresión la que causó el fusilamiento de
Maximiliano, incluso Manet, pintó aquel momento supremo, se dice que tomó como
base de su obra las fotografías superpuestas que Aubert hizo del fusilamiento
de Querétaro, y que además utilizó como modelo una de las fotografías que
Aubert tomó de Porfirio Díaz. Porfirio acudía varias veces después del triunfo
al estudio a fotografiarse vestido tanto de militar como de civil. “He aquí el primer ciudadano de la República. Intachable ,
probó modesto; sus eminentes cualidades le hacen digno de éste nombre… una
nueva generación personificada Porfirio Díaz se levanta potente y majestuoso…
¡Paso a la nueva generación¡” La Orquesta.
Lucha por el poder
En Enero de 1968 Porfirio inauguró
la línea telegráfica entre Oaxaca y Tehuacan, la cual en gran medida fue
financiada por él, el 14 de febrero Díaz le escribió al presidente Juárez,
agradeciendo su preocupación por una caída que sufrió y le provocó perder el
conocimiento algunos minutos, Porfirio había decidido renunciar al ejercito: “No puedo luchar contra los mismos con cuya
cooperación obtuve las victorias más favorables para la independencia de la
nación”. Porfirio Díaz a Benito Juárez.
Juárez comprendió, y lo dejó ir
por fin. Regresó a la ciudad de Oaxaca, donde fue recibido como un héroe
triunfante, el 23 de febrero de 1868.
Días después se trasladaron a
la hacienda de “La Gloria ”
(un regalo hecho por sus conciudadanos), él, Su esposa Delfina y su primer
hijo, allí vivió.
Allí vivió Porfirio dedicado a
la siembra de caña de azúcar, a su familia, y a otro tipo de cultivo más
lucrativo, el de las intrigas políticas. Durante éste tiempo solo tomó armas
una vez; llamado por el gobierno de Oaxaca para reprimir un levantamiento de
indios serranos que se habían revelado en Ixtlán. Después de la refriega le
escribía a Delfina “Todo ha pasado y si estos indios hubieran sabido que yo
venía no hubiéramos disparado ni un fusil”.
“Porfirio, con un amplio
sombrero de fieltro, la apariencia de medio ranchero mexicano, medio granjero
texano, estaba sembrando caña en la
Noria …” Carleton Beals.
El jueves 28 de mayo de 1868
nace el primogénito de Porfirio, con el nombre de Porfirio Germán Díaz Ortega,
quien falleció el 4 de mayo de 1870. Su segundo hijo llegó el domingo 19 de
diciembre de 1869, Camilo Díaz y murió ha sus cuatro meses de edad victima de
una congestión cerebral, el mismo mayo
de 1870, once días después de la
defunción es elegido como diputado del congreso de la Unión. Seis meses
después una nueva tragedia acota a las puertas del ex general, perece a la edad
de 50 años, aquejada por una infección intestinal, en la ciudad de Oaxaca,
Desideria Díaz Mori, la hermana mayor.
El 25 de mayo una agradable
sorpresa llegó para alegrar al matrimonio Díaz Ortega, la primera hija, quien
fue bautizada con el nombre de Luz. El 12 de noviembre Juárez fue declarado
presidente tras una reñida elección, el candidato de oposición fue Porfirio. El
cómputo oficial señaló que el Benemérito*
había obtenido 7422 votos de los 10380 emitidos, de los cuales Díaz solo quedo con el 26% 2709
votos.
También compitió por la
presidencia de la
Suprema Corte de Justicia, el sufragio fue aún más reñido,
Sebastián Lerdo de Tejada con 3874, Porfirio con 2841 votos, y 1970 se
repartieron otros candidatos, los resultados lo dejaron fuera de la contienda.
El 12 de diciembre Porfirio
propuso a todos los jefes revolucionarios que apliquen a los fieles al
gobierno, las leyes que éste decretó contra los pronunciados.
“Que no se me considere autor o complice de algo que
solo no apruebo (la convocatoria a las elecciones) sino que he combatido con
toda mi razón y todo el esfuerzo moral del que soy capaz” Porfirio Díaz.
“Gral. Porfirio Díaz… Apreciado amigo… hoy hace un
mes que tuve el honroso placer de escribir a U. Sobre un asunto importante, y,
aunque no he tenido respuesta aún, vuelvo a escribir a U. para felicitarle por
las primeras que los mexicanos le dan, cada día mas fervientes, del aprecio que
le tienen, por acá llegan algunos papeleos y le veo a U. en ellos figurando
como candidato para la presidencia, y me alegro mucho. U. está llamado por mil
títulos a regir los destinos de su patria U. es preferido de los pueblos y del
ejército, U. es uno de los hombres que se ha vestido de…” Carta de M. Quesada a Porfirio Díaz, New Cork, Octubre 5 de 1867.
El triunfo de Félix Díaz como
gobernador del estado de Oaxaca lo distanció severamente de su hermano
Porfirio; quien trato de impedir que la presidencia del
Tribunal Superior de Justicia
del estado por algún incondicional de Juárez pero el propio Félix acepto un
Juarista en ese cargo. La gota que derramo el vaso fue el nombramiento del
secretario de gobierno quien era un viejo funcionario imperial, y no cualquiera
sino el servidor de Juan palo Franco a quien había fusilado por traición a la
patria “Cuide que el Chato no haga uso de su carácter violento para con
aquellas personas que lo felicitan hipócritamente.” Porfirio Díaz a José Francisco Valverde. Mientras tanto Juárez,
enfrentaba numerosos problemas: rebeliones militares, preciso disponer se
pasaran por las armas a (a los
sublevados)… para evitar mayores desgracias a la sociedad.” Sostenes B. Rocha.
Las demostraciones de júbilo
fueron en grado superlativo… muchos amigos brindaron por que el chato sea
gobernador y tú presidente de la República. José Francisco Valverde a Porfirio
Díaz.
La nación se encuentra hoy
entre dos grandísimos peligros: entre la anarquía y el despotismo. Un General
se ha levantado en defensa de su propia candidatura pretendiendo imponerse al
país, por medio de la fuerza bruta… (Díaz). En cambio, un poder viejo, gastado,
que se ha impuesto desde hace 14 años pretende dominar indefinidamente los
destinos de ésta gran nación”… (Juárez). Julio Zárate.
“Nuestra antigua amistad y las desgracias que yo
también he sufrido en lo más amado de mi
familia me hacen simpatizar con usted en su justo pesar, con la más sincera
cordialidad” Porfirio Díaz a Benito Juárez, por la muerte
de Margarita Maza.
En el Gobierno
de Benito Juárez se había respetado celosamente la libertad de prensa, por lo
que con parte de los $21,000 que Porfirio había cobrado por concepto de sus
salarios caídos, sus amigos editaron un
periódico opositor “El Mensajero” Con este ambiente llegaron las elecciones. El
partido constitucionalista postulaba a Porfirio Díaz. “El Nigromante uno de sus
partidarios más decididos, escribía: “Tenemos un candidato… Porfirio Díaz, lo
hemos designado por que ni tiene pretensiones de hombre necesario ni presumiría
jamás de que es posible gobernar en México sin la constitución y sin el pueblo.”
De los 12,266
votos emitidos, 5,837 correspondieron a Juárez, 3,555 a Porfirio; 2,874 Para Lerdo. Juárez no había
alcanzado la mayoría necesaria, y la elección tuvo que resolverse en el
congreso, donde los diputados debían de elegir entre los dos candidatos con
mayor número de votos: Juárez y Porfirio, los juaristas se aliaron con los
lerdistas y juntos le dieron un gancho al hígado a Porfirio. “Sacrificar el orden y las leyes libremente
adoptadas, a los planes de un hombre (Porfirio Díaz) por muy amenazador que se
les suponga, sería hundirnos en una anarquía sin ternito, arruinar por completo
los elementos de prosperidad en el país, destruir quizá para siempre nuestra
reputación en todo el mundo y comprometer en lo futuro nuestra misma
independencia” Benito Juárez.
Por segunda
vez Díaz había quedado al margen de la presidencia, Porfirio y sus partidarios
se negaron a aceptar la reelección de Juárez.
Díaz regresó a
su hacienda y en los corrales estableció una fundición, donde fabricaba de
manera clandestina, cañones, municiones y pólvora. Después de sostener una
larga y copiosa correspondencia con sus amigos militares, civiles y
políticos, el lunes 6 de noviembre de
1861, en Oaxaca, desconoce al gobierno de Juárez y se levanta en armas bajo la
bandera del plan de la noria, enarbolando el principio de “no reelección” sin
embargo el prestigio de Juárez metafóricamente era un yunque, o sea que aún era
muy pesado. Por lo que la rebelión, careció de la cohesión ne3cesaria y todo
terminó en un rotundo fracaso.
“Todo sigue bien en el interior y en ninguna parte
ha tenido acogida el plan absurdo del Sr. Díaz.” Benito Juárez a Rafael Cravioto.
Porfirio
peregrinó por todo el país acompañado por un puñado de fieles: Manuel González,
Francisco Z. Mena e Irineo Paz.
Esto constituyo
tal vez su momento más sombrío su desesperación lo llevó a las remotas montañas
de Nayarit, donde intentaría vender su alma al demonio, es decir, pactar con un
cacique indígena que había apoyado a Maximiliano, “El Tigre de Alica”, Manuel
Lozada.
Antes de
iniciarla, su hermano menor había profetizado: “Vamos a perder, Juárez nos va a aplastar, pero quiero darle a mi
hermano ésta última prueba de afecto, porque lo que es el indio, no friega”. Félix Díaz.
“Que ningún
ciudadano se imponga y perpetué en el ejercicio del poder, y ésta será la
última revolución.” Porfirio Díaz en el Plan de la Noria.
“Deseo darte ésta de mi situación presente para
calmar en lo posible tus sufrimientos, que no tendía sin la desgracia de ser mi
mujer” Porfirio Díaz a Delfina Ortega de Díaz, mostrando su lado sensible y
romántico a su esposa ante la situación que estaba viviendo“
La revolución…
Un amigo nuestro nos ha proporcionado las siguientes importantísimas noticias
recibidas por telégrafo y que nos apresuramos a comunicar a nuestros lectores:
^^Oaxaca, Noviembre 9 de 1971^^ “En ésta semana
estallará la revolución protestando la legislatura: No han faltado disgustos
entre Félix y Porfirio Díaz, por interesarse éste en que aquel ponga el
gobierno en manos de Benítez…” La revolución El Federalista 11 de noviembre de 1871.
El 23 de Enero
de 1872 “un nuevo infortunio golpea una
vez mas a la familia Díaz “El Chato” hermano de Porfirio: a las 3:00a.m. De hoy
falleció de muerte violenta, el ex gobernador (de Oaxaca) D. Félix Díaz…” Le desollaron
las plantas de los pies, y lo hicieron caminar a latigazos, mofándose de su
dolor. “Acuérdate de San Vicente” le decían, mientras lo arreaban como animal.
Finalmente lo ejecutaron, mutilaron su cadáver y abandonaron el cuerpo en
Pochutla, donde apareció para horror de quienes lo vieron, con los genitales en
la boca. Siete días después auxiliado
por Teodoro Dehesa y con el seudónimo de Antonio Mauri, Díaz salió del país a
bordo del vapor Corciza.
Después de
estar unos días en Nueva York, regresó a México y en Camargo lanzó una proclama
donde declara seguir en pie de guerra.
El 18 de Julio
de 1872, muere Benito Juárez víctima de una angina de pecho, en la ciudad de
México. Y por mandato de ley al día siguiente, Sebastián Lerdo de Tejada, presidente
de la Suprema Corte
de Justicia, toma posesión de la silla presidencial.
“…Lerdo Carecía del don de mando para mantener el
paso con el progreso. Era tan sólo un puente entre el acero de Juárez y el de
Díaz.” Carleton de Beals.
“…Los juaristas que siempre ha n visto con desagrado
una política tan tortuosa cono la de Lerdo, se le han separado en gran parte,
y los porfiristas, viendo que la
situación no ha cambiado, continúan separados en la propaganda de su partido”. Vicente Riva Palacio.
Con la muerte
de Juárez el plan de la Noria
ya no tenía justificación. Uno a uno los jefes revolucionarios se acogieron* en la amnistía*. Tras la expedición del decreto de perdón, el 2 de agosto
del mismo año Porfirio Díaz, escribe al gobierno pidiendo prorrogar las
elecciones y garantizar la conservación de empleos de los amnistiados*. El presidente Lerdo rechaza su petición. Un mes más tarde…”… en una casa situada en la calle del Carmen [en la ciudad de Oaxaca]
falleció de sarampión la párvula Luz Díaz, de un año dos meses, e hija legítima
del C. general Porfirio Díaz
El 29 de Septiembre, el ministro de guerra hace un
anuncio, en el cual dice que se ha cumplido el plazo para amnistiarse, Porfirio
Díaz y los oficiales que lo siguen, son considerados sobre ésta base y sólo
bajo las bases que señala el decreto (no les serán devueltos sus empleos).
Ya
para el 23 de octubre, el gobernador de Durando avisa que Porfirio esta
dispuesto a entregar sus armas al gobierno.
El 21
de Noviembre, en la ciudad de México, se entrevista con el presidente Lerdo,
quien le garantiza la más amplia libertad para dedicarse a sus negocios
particulares.
Porfirio
se estableció cerca de una colorida población de Tlacotalpan en 1873, en un
pequeño rancho llamado la
Candelaria. Como en los años de su juventud, se dedicó a la
carpintería, hizo composturas, labró*
muebles, sillas, mesas y hasta canoas. También, al igual que en La Noria , agricultor y
comerciante.
“…Prefirió instalarse en una rancho de
Veracruz llamado La
Candelaria , que fue obsequiado por la legislatura local… [Un]
bien escogido retiro… Mas no duró mucho la representación de aquella nueva
comedia…” José López Portillo y Rojas
Aquí
nacieron los únicos hijos legítimos que llegaron a la edad adulta. Porfirio,
nacido el 18 de octubre de 1873, aniversario de la batalla de La Carbonera. Y Luz,
quien vio la luz por primera vez el 5 de mayo de 1875, un día memorable* en el que se recuerda la
batalla del 5 de mayo.
Tlacotalpan
no fue un lugar escogido al azar, su posición geográfica le permitía estar con
un pie en Veracruz y otro en querido Oaxaca: Sólo tenía que cruzar el río
Papaloapan, para pasar de un estado al otro.
En
Tuxtepec, cerca de La
Candelaria , sentó Porfirio su nuevo centro de conspiración.
Todo
era una treta* para hacer creer que
su vida era ahora del todo campirana.
“Porfirio era popular entre la gente de
Tlacotalpan. Su primera azúcar fue oscura y burda*, pero el comentario; ’esta azúcar es de Porfirio’, aseguraba
su venta inmediata.” Carletón Beals
“…Se trasladó el
matrimonio Díaz Ortega a Tlacotalpan, Veracruz, en donde don Porfirio probado
del grado de militar como resultado de su amnistía,
se dedicó a la carpintería, su oficio preferido.” José Fernando Iturribarria
El precioso día llegó, en la Candelaria , en San Cristóbal
Tlacotalpan, La familia recibió una gran bendición, el matrimonio Díaz Ortega
recibe a su cuarto hijo, que es nombrado Deodato Lucas Porfirio. (1873)
El
año de 1874 lo más relevante fue que nuevamente fue elegido diputado al
congreso de la unión. Sus corifeos le hicieron notar su necesidad de que
participara activamente en la cámara, digámoslo así: para que se hiciera notar.
Como
hombre listo que era, anduvo cazando una oportunidad y la encontró. Lo cual no
sabía si fue un paso o un tropiezo. Hubo una propuesta para reducir las
pensiones de los veteranos de guerra. Como era de esperarse tomó la palabra.
Comenzó diciendo que era injusto lo que se pretendía hacer a los más fieles
servidores de la nación, no pudo decir más. Sus palabras se volvieron
incoherentes, resalladas*,
divagaciones; no supo como concluir y como acto de impotencia entre la
situación… se puso a llorar. Así bajó de la tribuna, el rostro empapado de
lagrimas, mientras uno de sus compañeros y según uno de los testigos: “no sabían lo que debían hacer, si llorar
también o prorrumpir en carcajadas”.
Sin embargo esto no puso obstáculo a su acenso en la política. Los
porfiristas realizaron una gran campaña de desprestigio político hacia Lerdo de
Tejada, el presidente. En un momento Lerdo intentó algo imposible: ofrecer a
Porfirio la representación de México en Berlín, Alemania. A lo que Díaz
respondió clara y despectivamente: “Diga
usted a don Sebastián que no tengo méritos diplomáticos para tal puesto; que
por tanto, debo considerar su oferta como un favor, y los favores sólo los
acepto de mis amigos”.
“Por el momento sería locura
intentar algo contra Lerdo, que es muy popular; esperemos que su prestigio se
gaste y cuando le veamos de capa caída, emprenderemos de nuevo la aventura” Protasio Tagle a Porfirio Díaz
Otro regalo de Dios trajo nuevamente felicidad a
Porfirio Díaz y Delfina Ortega, el 5 de mayo de 1875 nació su quinto hijo.
“En la iglesia parroquial de Tlacotalpan…
bauticé solemnemente… a Luz Aurora Victoria… Fue su madrina doña Nicolasa
Díaz.”
La intención de Sebastián Lerdo de Tejada era obvia, pensaba reelegirse.
En el
aire se sentía la proximidad de una nueva revuelta*.
Díaz había vendido su rancho en Tlacotalpan con el simple pretexto de dirigirse
a Durango. Por otro lado, su destino realmente era Nueva Orleans. Desde ente
puerto se dirigió a Brownsville, en 1875, frente a Matamoros. Ahí esperó
cautelosamente a que los hechos, cuidadosamente preparados se llevaran a cabo.
Se dijo que recibió en Estados Unidos dinero y elementos militares de
inversionistas norteamericanos, a quien había ofrecido importantes cohesiones*.
Mientras
tanto, en Tuxtepec, Oaxaca, un día lunes 10 de enero, ya iniciado el año de
1876, se proclamó el Plan que llevaría el nombre del poblado. Lo sostenía un
viejo amigo suyo, el general Fidencio Hernández. La proclama* declaraba como ley suprema de la nación el principio de
la no reelección del presidente de la república, y nombraba general en jefe del
ejército regenerador a Porfirio Díaz.
En la
redacción del plan participaron también: Justo Benítez, Ignacio L. Vallarta,
Protasio Tagle y Pedro Ogazón.
En
Guerrero, Yucatán, Veracruz, Hidalgo, etc. hubo alzamientos en su apoyo. Las
ideas parecían del todo lo que más les importaba a los opositores, la idea de
levantarse en armas y agruparse alrededor de la bandera de Porfirio Díaz,
símbolo de la constitución de 1857 parecía más afectivo.
“…Porfirio Díaz había demostrado a
satisfacción de todo el mundo que le sobraba el apetito y le faltaba la aptitud
del poder.” Ralph Roeder
“…Díaz había
aguardado cuatro años… pero siempre en acecho* del sillón presidencial e impaciente por ocuparlo
cuanto antes. Lerdo no podía desconocer las tendencias* de su rival, y
desconfiaba; el uno tenía la vista fija en el otro; era evidente que iba a
estallar el conflicto en cualquier momento.” José López Portillo y Rojas
El sábado, cinco días después de la proclama, fue el
levantamiento armado, enarbolando el Plan de Tuxtepec, en éste participaron
amigos cercanos a Porfirio, Ireneo Paz, Ignacio Ramírez, Protasio Tagle, José
Justo Benítez, los generales Jerónimo Treviño y Manuel González, entre otros.
El 2
de abril de 1876, capturó Matamoros. Era la entrada de Díaz a territorio
nacional. Organizó las tropas, dejó a Manuel González al frente de la ciudad
recién tomada, y salió para el interior. Lerdo no había estado inactivo, ya
Mariano Escobedo lo perseguía y frente a él otro ejercito, al mando estaba
Carlos Fuero. “Si usted me autoriza, le
traeré la cabeza de Porfirio.” Mariano Escobedo “No
se moleste general, con sus orejas es suficiente.” Sebastián lerdo de Tejada.
Porfirio
logró reunir 2500 hombres y se dirigió a Icamole, Nuevo León. En ese punto, fue
derrotado por Fuero completamente.
“En cuanto Fuero se dio cuenta de la presencia
de Porfirio, salió denodadamente a su encuentro, al frente de un cuerpo de dos
mil hombres, y le presentó la batalla... En ella quedó completamente destrozado
el ejército porfirista, por lo que no
cupo más recurso a su jefe, que comprender rápida retirada, a uña de
caballo.” José López Portillo y Rojas
La prensa, en la ciudad de México, recordaría el 2 de
noviembre, celebró la victoria mofándose del “Llorón de Icamole”.
Díaz había decidido regresar a Oaxaca para seguir la campaña. El 21 de
Junio cruzó hacia Estados Unidos, y fingiendo ser homeópata cubano, borracho y
extravagante se embarcó en el City of Havana.
En
Tamaulipas, agentes Lerdistas inspeccionaron el barco, y Porfirio saltó al mar.
El capitán lo alcanzó a rescatar, encubriéndolo y notificando que el supuesto
médico había sido devorado por tiburones.
“…el general Díaz salió de su camarote… se
despojó de la ropa, se lanzó al agua… nadaba con gran habilidad y parecía capaz
de trasponer la distancia que separaba el barco de la playa, pero todos
manifestaban sus temores de que antes de lograrlo fuera presa de los
tiburones…” José Fernando Iturribarria
Además de que [el capitán] lo ayudó a desembarcar en
Veracruz y ahí Porfirio siguió su marcha a Oaxaca.
Aunque
estuviera en el trajín de la campaña, no se olvidaba de Delfina. Se escribían
cartas, y para protegerla se comunicaba con ella utilizando una inocente
estratagema.
La
correspondencia iba firmada con otro nombre: “Crisanto” le escribía a “Petra”
ocultando así su identidad, sin embargo todo quedaba al descubierto cuando
decía que le gustaría que Porfirito aprendiera ya el alfabeto.
“Marzo 18 de 1876, Querida Petra: Recibí las
fotografías de los niños, gracias por esa amabilidad que tanto bien me hace y
gracias también por el aviso de…”
D. Porfirio Díaz a Delfina Ortega
utilizando el seudónimo de Crisanto y Petra
El 7
de Julio ya se había repuesto de la derrota, llegó a Oaxaca y expidió una nueva
proclama contra el gobierno de Lerdo de Tejada.
El
jueves 16 de noviembre, Porfirio ya había reunido un nuevo ejército. Lerdo
envió entonces la mejor carta que tenía, el más importante general, Ignacio
Alatorre, a aniquilar de una vez y para siempre a Díaz. Este día se libró la
batalla de Tecoac.
“Fue en vano que Alatorre pretendiese
detener la avalancha que caía sobre él; en vano que ordenase sabios movimientos
estratégicos; nada fue capaz de detener el empuje de aquella ola humana… El
destino se decidía a favor de Porfirio.” José
López Portillo y Rojas
Al preguntarles a algunos soldados por sus armas,
mostraron palos, cuchillos y viejas y desgastadas carabinas. La batalla comenzó
mal para los rebeldes, pero el esfuerzo oportuno del “Manco”, Manuel González,
que había sido herido en el combate, selló la suerte de la contienda a favor de
Díaz.
“¡Soldados!
La victoria ha coronado sus nobles esfuerzos, y han adquirido un hermoso título
de gratitud por parte de sus conciudadanos… La patria les debe su libertad.” Porfirio Díaz
“…Manuel González, herido, tuvo que guardar coma…
Porfirio Díaz, apenas repuesto por la emoción del triunfo, se acercó a aquel
lecho y estrechó con efusión la única mano del herido. ‘Le debo a usted la
victoria –le dijo– y será usted mi ministro de la Guerra ’”. Salvador Quevedo y Zubieta
El presidente de la Suprema Corte de
Justicia vio en el plan de Tuxtepec la oportunidad de llegar a la presidencia
de la republica. Su movimiento Iglesista no prosperó, solo logró fortalecer al
desvanesiente Porfirio antes del suceso en Tecoac.
El 21 de Noviembre Díaz entró triunfante
a la capital, por el otro lado, Lerdo salió a un exilio en Nueva York.
“…
don José María Iglesias… era llamado a asumir el poder ejecutivo de la República ; pero el
general Díaz no había hecho la revolución para entregar el poder en otras
manos.” Ramón Puida
Porfirio vio su ambición presidencial colmada a sus 46
años de edad. Apoltronado en la famosa silla, pidió un préstamo forzoso a los
comerciantes de la capital y nombró su gabinete: Vallarta, en Relaciones
Exteriores; Protasio Tayle, en Gobernación; Ignacio Ramírez, “el Nigromante, en
justicia; Vicente Riva Palacio en Fomento; Justo Benítez en Hacienda y al
general Pedro Orgazón en Guerra. Designó para ocupar, de manera transitoria, la
presidencia a otro fiel suyo: el general N. Méndez: ya con todo resuelto salió
a combatir a los iglesistas. Fueron derrotados rápidamente.
“Díaz…
queriendo conservar las formas, que según su juicio, tenían la apariencia de
legales, nombró en su lugar interinamente… al general N. Méndez, e hizo que
éste, a su vez, le nombrase general en jefe del ejército de operaciones… José López Portillo y Rojas
Por otro lado Méndez convocaba a las elecciones, en
las cuales Díaz ganó por una abrumadora mayoría.
Inicia el Porfiriato
El 5
de mayo de 1857 se convirtió en el presidente constitucional.
En
una publicación titulada La
Libertad , Justo y Santiago Sierra, Agustín G. Cosmes y
teles-foro García, formularon un programa del régimen, que tenía como premisa
fundamental la creación de un poder ejecutivo fuerte.
“Llegaba, si, al poder, rodeado de
héroes…Gobernó con ellos, pero no compartió con ellos el poder… [Pues] ninguno
le igualaba en Historia ni se le acercaba en popularidad ni en Prestigio”. Emilio Rabaja
“¿Qué quiere decir la paz? Dos cosas: una buena
política para hacer abortar las Revoluciones, y un gobierno fuerte para
sofocarlas.” Para lograr una
pacificación plena se necesitaba un principio de conciliación con la iglesia.
De ésta forma el gobierno logró un acuerdo de mutua correspondencia con ella,
el cual fue avalado por el Vaticano: el régimen enfriaría las Leyes de Reforma
mientras la Iglesia
se concentraría en su misión pastoral.
El 2
de septiembre, Díaz ordenó que los utensilios de cocina de Palacio Nacional se
repartieran entre los Hospitales.
Díaz
solicito al Congreso las facultades necesarias para reorganizar al ejército.
Utilizó movimientos estratégicos, las tropas fueron distanciadas de sus zonas
de influencia, evitando así que se consolidaran nuevos cacicazgos.
Controló
la ambición de ciertas partes del ejército y garantizó su lealtad, nombrando
jefes de zonas militares y luego gobernadores a los principales generales que
combatieron en la intervención.
Se
había iniciado una enérgica campaña de Pacificación: Los generales norteños, El
cobedo, Naranjo, y Terrazas, eliminaron las incursiones de los apaches en los
estados fronterizos. El cuerpo de Rurales, organizado a partir de las
guerrillas republicanas era el comisionado para acabar con los bandidos que
atacaban las regiones mineras y comerciales del país.
Hubo
varios salteadores ahorcados o fusilados, entre ellos; Macario Romero, Heraclio
Bernal, y Chucho “el Roto.”
El ejército también utilizó estas tácticas en
las rebeliones de Domingo Nava, en Sinaloa, del general Terán en Mazatlán y en
las revueltas rurales de Tamazunchale.
El 22
de Enero de 1878, en la ciudad de México, en la calle Monlda numero 1, nació
Camilo Díaz, el sexto hijo de Porfirio. Al día siguiente muere.
“Hoy a las siete de la mañana…falleció de
una asfixia el niño Camilo Díaz, de 19 horas de nacido.”
Para garantizar una estabilidad
política se necesitaba obtener el reconocimiento de gobiernos extranjeros.
Estados unidos lo condicionó a la solución de los antiguos problemas
fronterizos; 18 meses duraron las negociaciones, y en abril de 1878, el
gobierno Porfiriano fue reconocido. España y Francia otorgaron su
reconocimiento en 1877 y 1880, Inglaterra hasta 1884.
Era
Domingo, había dos niños que estaban ahogándose y Porfirio se arrojó al agua
para salvarles.
En
junio de 1879, se dio un caso, cuya frase identificaría como presidente a
Porfirio. En el buque libertad, anclado en Veracruz, un grupo de lerdistas
planeaban una rebelión, la cual terminó
con una precisa orden del presidente al gobernador Luis de Mier y Terán: “Mátalos en caliente” “… don Porfirio en seguida al general Luis
de Mier y Terán en clave telegráfica para avisarle que en el puerto se
preparaba un levantamiento… El gobernador, medio enloquecido por las
circuntancias, dio orden que se aprendieran a los cabecillas designados por el
general Díaz y… fueron apresados por las armas.” Monseñor Eulogio Gilow
La pacificación no se dio con tan solo sofocar los levantamientos,
tambien era indispensable la paz en las instituciones, por lo que Porfirio decidió acoger la propuesta
de Justo Sierra, que quería modificar el
sistema de sustitución del presidente de la república que establecía la
constitución. Tuvo el apoyo de Ignacio L. Vallarta, el presidente de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación ,
quien pensaba que la Carta
Magna permitía a gente sin escrúpulos llegar al más alto
tribunal, “Urdir intrigas para suplantar al presidente de la república”, estaba
deseoso de librar al tribunal judicial de las ambiciones políticas para
consagrarlo por entero a la labor de
velar por la constitucionalidad y por
las garantías individuales.
El 2
de abril de 1880, en la Ciudad
de México nació Victoria Francisca, la tercera hija mujer del matrimonio Díaz
Ortega. “…falleció de anemia congénita* la niña Victoria
Díaz, de veintisiete horas de nacida, hija del legítimo matrimonio del
ciudadano presidente de la República Porfirio
Díaz”
Porfirio
para poder casarse canónicamente con
Delfina, que era el requisito indispensable para obtener la absolución*, quien en trance de muerte
por un mal parto había decidido arreglar sus cuentas con Dios. Sin embargo, las
cosas no eran tan sencillas, eso solo podía lograrse si dejaba su vida en
concubinato, con una celebración de matrimonio canónica. Pero esto solo era
posiblede una manera: Porfirio tenía que retractarse de haber jurado a la
constitución de 1857. Pelagio Antonio Labastida, arzobispo* de la Ciudad de México, agilizó
los trámites, dispensó el impedimento que había por consanguinidad y dispuso que el registro de la nupcia se
guardara en los archivos secretos de la mitra, no obstante se mantuvo sólido en
algo: la objuración de Porfirio. Y finalmente en la madrugada, Díaz escribió
que su religión era la católica, que juró a la constitución porque pensó que no
contrariaba los dogmas de su fe, que no poseía ningún bien que haya sido
expropiado a la iglesia, aceptaba su pertenencia a la masonería, pero que se
había alejado de ella… y firmó. Ese mismo día, el arzobispo* autorizó especialmente, un sacerdote atestiguó* la unión, que por palabras
del presente contrajeron Díaz y Delfina Ortega. Al día siguiente Delfina murió.
“…hoy, a las
nueve y media de la mañana, en la casa numero uno de la calle Moneda, falleció
Delfina Ortega de Díaz, de Oaxaca, de treinta y dos años, casada con el
ciudadano Porfirio Díaz, presidente de la república Mexicana, mayor de edad,
militar… se pidió boleta para el Panteón del Tepeyac” Acta de defunción de Delfina Ortega.
Único intervalo
“Solía
Díaz… ir a bañarse en la alberca de Pane, acompañado de algún amigo… Al oír tal
pregunta se zambulló y apenas hubo sacado la cabeza del agua, libre de espuma
respondió: ‘yo a quien apoyaré para la presidencia, será mi compadre González’
Así murió en el baño el Benitismo y nació el Gonzalizmo.”
Díaz
tenía previsto volver a la presidencia de la república con la reforma
constitucional de mayo de 1878, que permitía la reelección en un intervalo de
cuatro años, lo cual solo era posible nombrando un sucesor que le garantizara
la vuelta al poder. Todo parecía apuntar hacia Justo Benítez, quien había
tenido el cargo de su secretario particular durante la guerra de intervención,
su consejero en los últimos años y su amigo. Sorprendentemente, el candidato
que nombró no era nada menos que su compadre “el Manco” Manuel González, quien
le ayudó a obtener la victoria definitiva en Tuxtepec, se supone la decisión
fue tomada probada la lealtad de González. El 11 de diciembre, el general
Gonzáles recibió la silla presidencial de manos de su entrañable amigo y
compadre, Porfirio Díaz.
La nueva
administración siguió con las obras iniciadas durante el primer periodo
de Porfirio. La política ferroviaria se consolidó; se fundó el Banco Nacional
de México, se adelantaron mucho los trabajos de fijación de límites con Estados
Unidos, y se resolvió el problema del Soconusco (su incorporación al territorio
nacional sin que México tuviera que pagar un solo peso de indemnización a
Guatemala) Aunque hubo una campaña de
desprestigio de los porfiristas, que auspicio nada menos que el mismo Porfirio,
que ensombreció los trabajos administrativos*
gonzalistas. “La nación estaba perpleja
ante el nuevo presidente. El general González era todo un soldado ¿Era un
hombre de gobierno? Hubo gran esperanza; el nuevo ministerio se componía de
ciudadanos probos, el ex presidente Díaz formaba parte de el…” Justo sierra.
Se le acusó de corrupción, del enriquecimiento ilícito
de sus colaboradores, de haber puesto en circulación la moneda de níquel, pero
lo más grave era reconocer la deuda inglesa a cambio del reestablecimiento de
las relaciones con Gran Bretaña. El desprestigio hacia González era enorme, se
le acusaba sin cuarta de haber convertido el Palacio Nacional en una cantina, y
de haber importado mujeres extranjeras. Para muchos esa era una situación que
solo podía se remediada por Díaz.
El viernes 3 de diciembre, la cámara de diputados lo
declara benemérito de la patria.
Durante los primeros meses del gobierno de González procuró no desentenderse
del la administración, y por ello fue designado ministro de Fomento, para con
ello darle seguimiento y continuar con la obra material. Promovió obras en
Tehuantepec, y comenzó con una relación que le fue personalmente benéfica.
Carmelita y don Porfirio
Frecuentó la casa de Manuel Romero Rubio,
constituyente del 57, quien fuera diputado y ministro de relaciones exteriores
en el periodo de Lerdo de Tejada. La conexión se volvió mas estrecha con las
visitas de Porfirio, que acudía con la simple intensión de cortejar a
Carmelita, hija de Manuel Romero, quien ocupó el ministerio de gobernación desde
el segundo periodo de gobernación de Díaz hasta su muerte, por ello era
nombrado “el Mefistófeles de Díaz”. La amistad entre Romero y Díaz selló la
reconciliación entre lerdistas y porfiristas.
El 20 de mayo
de 1881, Díaz renunció a la secretaría de fomento, para callar una serie de
rumores que se formaban a cerca de su tutela sobre Manuel González.
Carmen Romero tenía 17 años. Había estudiado en los
Estados Unidos. Su conocimiento en lenguas
el pretexto perfecto. Porfirio (de cincuenta y un años) era su alumno,
con ella aprendía inglés. Luego de los primeros verbos y sustantivos le
escribió una carta plagada de faltas de ortografía, en la que le declaraba su
amor.
El 5
de noviembre de 1881 fue la boda civil, y el siete de noviembre la boda religiosa. “En la
Ciudad de México, a las siete de la noche del día cinco de noviembre de mil ochocientos ochenta y
uno… comparecieron… para celebrar su
matrimonio, el ciudadano Porfirio Díaz y
Carmen Romero Rubio y Castelló; el primero de Oaxaca, de cincuenta y un años,
militar... viudo de la señora Delfina ortega… la contrayente, de Tula,
Tamaulipas, de diez y siete años doncella…”Acta
de matrimonio civil de Porfirio Díaz y Carmen Rubio.
El 1 de diciembre, en la ciudad de Oaxaca, Díaz
protesta como gobernador de Oaxaca, del periodo 1881-1885. En 1882 pidió una
licencia para separarse por tiempo indefinido de sus funciones de gobernador
del estado. Cuando le autorizaron decidió marchar a la capital, donde la
situación para González se ha puesto sumamente difícil.
El 28 de marzo de 1883, Porfirio y Carmelita fueron
recibidos por el presidente de los Estados Unidos, Arthur, en Washington, pues se
encontraban en un viaje que duró varias semanas. Díaz fungía como el
representante de México en la
Feria Mundial de Nueva
Orleáns.
El 19 de abril, la cámara de diputados nombró a
Porfirio como ministro primero de la Suprema Corte de Justicia.
“…Partieron de luna de miel
rumbo a estados Unidos… En Nueva Cork
Carmen quizo visitar a Lerdo, antiguamente gran amigo de su padre. Pero Lerdo
se negó a verla a ella y a Porfirio…” Carletón
Velas
Por todos los lugares por donde ponían los pies se
organizaban banquetes, fiestas y bailes en su honor. “Al volver el general Díaz… un cambio
radical se había operado en su carácter. Su pelo era dócil y un tanto ondulado,
su piel había aclarado considerablemente, su traje oscuro y elegante, su andar
reposado, jamás andaba a pie… ya no
vestía de uniforme sino en ocasiones solemnes…” Toribio Esquivel Obregón
El 4
de mayo regresaron de su viaje. Tiempo después renunció al ministerio de
Fomento para lanzarse en diciembre nuevamente a la candidatura del estado de
Oaxaca. Lo cual logró fácilmente. Durante su mandato eliminó impuestos, obtuvo
SUPERAVIT en la hacienda pública, estableció el alumbrado público, inauguró la
sucursal del Monte de Piedad, mando construir el puente del río Atoyac, abrió l
escuela de Artes y Oficios de Oaxaca. En 1883, pidió permiso al Congreso Local
para separarse del ejecutivo y regresar al ministerio de fomento, pero el
motivo realmente fue su propia reelección.
Manuel
González tenía su propio candidato, pero la campaña periodística de
desprestigio auspiciada* por
porfiristas. Frustró su intento por imponerlo: lo tacharon de desleal, traidor
y lo acusaron de que quería acabar con la vida de Porfirio. “El general Díaz, siempre desconfiado,
siempre temeroso de una deslealtad… tomó todo género de precauciones para evitar que no se le entregara el poder…
con el periodo del general González puede decirse que acabó el gobierno de
Tuxtepec. El caudillo continuaría en el poder, pero los principios proclamados,
y de los hombres que ayudaron a su conquista, nadie se acordará ya, era sólo un
recuerdo…” Ramón Prida
Acabaron
con la imagen de Manuel, pero éste le demostró nuevamente su lealtad firme, así
lo apoyó a regresar a su amada silla. “…
elevó [a Manuel González] a la presidencia primero, pero después desconfió de
el…En sus conversaciones privadas le desprestigiaba cuanto podía, y solía decir
de el con gracejo aparentemente
compasivo: `¡Lástima de mi compadre.
Hubiera sido un buen gobernante a no ser por su invencible tendencia a
la asimilación (esto es al robo)! ´” José López Portillo y Rojas.
Paz a toda costa
Porfirio sabía que ante todo México necesitaba la paz,
la impulsó sin miramientos. Al tiempo las calles se limpiaron de malhechores,
cayeron las leyendas de ladrones (como Heraclio Bernal), cesaron las rebeliones
militares y solo quedaron los recuerdos del pasado; las revueltas indígenas que
luchaban por la tierra. “Para evitar el
derramamiento de sangre, fue necesario derramarla un poco. La paz era necesaria, aún paz forzosa, para
que la nación tuviese tiempo de pensar y para trabajar.” Porfirio Díaz.
“Nuestro
indisputable progreso reconoce por causa original, a no dudarlo, la portentosa
influencia de la paz...” Porfirio Díaz.
“…
todo se sacrificaba a la paz: la constitución, las ambiciones políticas, todo,
la paz ante todo. Pocas veces se ha visto en la historia de un pueblo una aspiración* más premiosa, mas unánime,
más resuelta.”Justo Sierra
Des-acreditación de un poema
Los partidarios de Díaz buscaron mancillar la Constitución de 1857,
cuyos preceptos contradecían la idea y práctica de la dictadura. Buscaban
demostrar de alguna manera que la Carta Magna pertenecía a una etapa “metafísica”,
de esta manera organizarían de manera definitiva la etapa “positiva”, querían
abrir el camino a nuevas ideologías. “La
constitución es solo un bello poema…tiene veinte años de vida y nadie la ha
puesto en práctica.”Justo Sierra.
Desde ese momento Porfirio acató las formas pero violó el contenido del
estatuto más alto de México. “Y al
hacerlo instauró e corazón de la política mexicana una práctica destinada a
sobrevivirlo: la simulación” Enrrique
Krauze, Fausto Zerón-Medina.
“Sin
violar entonces una fórmula legal, el presidente Díaz ha sido envestido, por la
voluntad de sus ciudadanos, y por el aplauso de los extraños, de una
magistratura vitalicia de hecho.”Justo
sierra.
“ El
señor general Díaz… comprendió demasiado que no era posible gobernar bajo el
imperio riguroso de esas leyes,, por que el llevaba a la anarquía, pero también
comprendió que su carácter sagrado las hacia punto menos que inviolables, y
supo apurar la dificultad.” Andrés
Molina Enríquez.
En el Plan de la Noria se había levantado la bandera de “sufragio
efectivo, no reelección” pero en 1878 logró la reforma que lo dejara volver a
reelegirse. Asumió la presidencia en 1884, luego de las elecciones, una mayoría
absoluta, y 15 766 votos logró regresar al poder. En septiembre fue declarado
presidente constitucional para el periodo 1884-1888. El once del último mes del
año se le autorizó reformar la
organización de las oficinas suprimiendo lo innecesario. El jueves del mes siguiente
regía a toda la república el código de minería, expedido el 22 de dos meses
antes.
En marzo de 1855, Rufino Barrios, gobernador de
Guatemala, con el apoyo del presidente de los Estados Unidos, avisó, así sin
más ni más, al gobierno mexicano que proclama la Unión de los Estados de
Centro América en una sola república, queriendo asumir el carácter de jefe
supremo militar, México no demoró en dar la negativa, Barrios falleció un mes
después un una batalla, y con el esa ideología.
Maniobró para
que el Congreso votara por la reelección por un periodo adicional en 1888.
Dos años después logró que fuera
aceptada la reelección de manera indefinida. Inmediatamente se formaron la Junta Central
Porfirista y la Unión
Liberal para preparar su candidatura para el periodo
1892-1896, y de ahí a la eternidad. Cada cuatro años había elecciones, y en
todas ellas ganaba “el Caudillo necesario”.
“…la dictadura ha sido una consecuencia de
organización constitucional, y la perpetuidad de los presidentes [Juárez y
Díaz] una consecuencia natural y propia de la dictadura.” Emilio Rabasa
Lo mismo pasaba en los estados, con los jefes
políticos “ Todos los puestos de elección
popular se llenaban por nombramnientos del presidente: diputados, senadores,
gobernadores, magistrados. Todos deben sus puestos al favor ejecutivo…”Ralph Roedor
Se respetaba formalmente el voto universal, “el
pueblo” designaba electores que acudían a las urnas, pero todos sabían que el
único sufragio que valía era el del “el
gran elector”. “Ningún gobernante de
México ha gobernado democráticamente por la sencilla razón de que el pueblo
mexicano no es demócrata…” Francisco
Blunes.
Tiempo después declaró a un periodista norteamericano:
“Varias veces he tratado de renunciar a
la presidencia, pero se me ha exigido que continúe en el ejercicio del poder, y
lo he hecho en beneficio del pueblo que ha depositado en mi su confianza.” A
partir de su primera reelección hizo limpia de “tuxtepeños netos”, sus
compañeros de la época en la que su ambición aún no había sido colmada. Algunos
de ellos murieron en circunstancias inusuales y sospechosas, como la muerte de
Trinidad García de la Cadena
el primero de noviembre de 1886, gobernador de Zacatecas. Marcelino Morfín
García, con autorización tácita de Díaz, lo fusiló bajo el pretexto de estar involucrado
en una revuelta. Hubo momentos en los que fue menos violento: los mandó al retiro, los mantuvo en reserva,
o los favoreció con jugosas concesiones.
“Los gobernadores, en su mayoría amigos cercanos a Porfirio, fueron escogidos
al principio por su lealtad absoluta, pero cada vez más en mayor medida, según
transcurría el tiempo, fueron ricos católicos pertenecientes a los exclusivos
círculos aristocráticos! Carletón Beals.
Instauró
gobernantes más jóvenes, incondicionales aliados: Bernardo Reyes- Nuevo León;
Próspero Cahuantzi- Ídolo indígena de Tlaxcala; el más poderoso y el más
pintoresco respectivamente. Todo era resuelto con el más burdo absolutismo*: las legislaturas
estatales se integraban con cuidadosa aprobación, los problemas locales, desde
el más mínimo hasta el más grave, eran resueltos con un telegrama a la Ciudad de México. Díaz
respondía atentamente a través de su secretario Chousal. “Díaz quitó a los gobernadores toda autoridad, asumiendo así toda autoridad,
toda responsabilidad; determinó por sí la sucesión de los gobiernos locales,
ordenó la elección de todos los
representantes, y se exhibió como
depositario único de la autoridad de la naión.”Emilio Rabasa
Yaquis, Mayos y Tomóchic
En el territorio de yaquis y mayos, el ejército libró
una batalla interminable contra los indígenas. A pesar de la brutal política de
deportarlos a Yucatán o a Valle Nacional. En el primer estado, los mayas,
insurreccionados desde mediados de siglo, tuvieron una resistencia incesable
hasta que fueron derrotados por el ejército federal. Tal vez la rebelión más
sonada fue la de la mesiánica sublevación de Tomóchic, en Chihuahua.
Ideología Porfiriana
Desde sus primeros meses hubo un fundamento al arribo
al poder, que tenía como destino una filosofía que se apartaba del liberalismo
puro que tenían los hombres de reforma. El canal de la nueva propuesta
ideológica fue un periódico efímero nombrado paradójicamente “La Libertad ”. Sin embargo su
objetivo era completamente lo contrario: “Declaramos
no comprender la libertad si no es realizada dentro del orden, y somos por eso
conservadores; ni el orden si no es impulso normal hacia el progreso, y somos
por tanto liberales.”
En la educación
La instrucción en la élite porfiriana tenía por misión
fundamental formar la clase gobernante. La mayoría de los más cercanos
colaboradores de Porfirio cruzaron por los salones de la Escuela Nacional
Preparatoria, y luego por los de la jurisprudencia. En tales institutos se
privilegiaba la demostración científica, descartando lo relacionado con la
religión, o la metafísica. Enseñanza que se difundió también a la Escuela Normal de
Profesores. El colegio Militar, en el
castillo de Chapultepec, formaba a la oficialidad básica del ejército.
Creen las haciendas
Las haciendas crecieron con la ley de tierras y
enajenación, sin embargo no todas, a pesar de ser o haberse convertido en
gigantes extensiones de tierra, no eran del todo productivas. Había una notoria
desigualdad social. Las jornadas de trabajo estaban entre doce y 16 horas
diarias, con intervalos de 45 minutos
para comer, los obreros ganaban de cincuenta centavos a un peso con veinticinco
centavos, los peones ganaban alrededor de la mitad. Las haciendas eran una especie de feudo,
engulleron a los pueblos de tradición comunal. En ellas se plantaba tabaco,
henequén, café, tabaco, guayule, cacao, algodón, ixtle, azúcar, y lo más
importante, el maíz.
Notable capital
Se limpió la imagen de la capital, lo prioritario era
darle una buena apariencia, se introdujo el alumbrado público, se idearon
colectores a lo largo de los canales de aguas negras, todas estas operaciones
eran para hincar el saneamiento de la capital.
Si bien es cierto que la ingeniería venia de
Inglaterra, pero la estética venía de parís, México se había convertido en un país
afrancesado.
El ferrocarril
El ferrocarril era sinónimo de progreso, era el tema
de poesía, obras de arte. Los puentes eran el orgullo de la ingeniería. Se
introdujeron de 600
kilómetros de vías a
15441. Permitieron el comercio, unieron el golfo con el Pacífico, y a
las ciudades más importantes con la ciudad de México. Quince años después
comenzó a explotarse el petróleo nacional, para el abastecimiento de
combustible.
Los días del general Díaz
. El 4 de febrero la republica mexicana es invitada a
participar, en la exposición universal de
parís. El 30 de abril, le es otorgada la legión de honor a Porfirio por
parte del residente de Francia. 31 de octubre se inauguran la línea del
ferrocarril México nuevo Laredo. El 1° de diciembre toma protesta como presidente
de la republica. El 27 de abril de 1890 se celebra en el paseo de la reforma un
combate de Flores (desfile). El 11 de Diciembre el presidente recibe la
facultad para convertir y consolidar los créditos de las empresas ferroviarias.
El 20 de diciembre la constitución es reformada nuevamente para poner
restricciones a la reelección presidencial, el presidente podrá ser electo las
veces que el pueblo los elija. El 23 de diciembre de 1891 Pedro Rincón Gallardo
(Futuro consuegro de Porfirio) es nombrado enviado extraordinario y ministro
plenipotenciario de México en Rusia. 1° de diciembre de 1892 Porfirio protesta
como presidente reelecto para el periodo 1892- 1896. El 30 de mayo de 1893 el
congreso autoriza a Porfirio para que por el término de 5 años pueda celebrar
contratos, franquicias y concesiones que garantizan las inversiones extranjeras
en México. El 10 de septiembre de 1894 Porfirio expide el nuevo código
sanitario. 7 de octubre de 1896 Porfirio Díaz es declarado presidente para el
periodo 1896- 1900. El 15 de mayo de 1897 se firman los tratados de paz entre
las autoridades porfiristas y los indios Yaquis. El 16 de septiembre en los
momentos en que llegaba la comitiva presidencial a Alameda para iniciar los
festejos de la independencia, Porfirio es golpeado en la nuca por Arnoldo
Arroyo quien es aprendido y días después aparece muerto en la inspección
general de policía. El 14 de noviembre su hijo Porfirio Díaz ortega contrae
matrimonio con Luisa Raigosa. El 14 de febrero de 1898 se inaugura en la cuidad
de México el nuevo alumbrado eléctrico. El 8 de noviembre de 1899 Luz Díaz
contrae matrimonio con Francisco rincón gallardo. El 6 de diciembre se inaugura
el banco mercantil de monterrey. El 15 de enero de 1900 se inaugura el servicio
de tranvía eléctrico entre México y Tacubaya. El 17 de marzo Porfirio Díaz
inaugura las obras del desagüe del valle de México. El 1° de diciembre comienza
su 6° periodo presidencial por su quinta reelección. El 5 de mío de 1901 las
tropas federales al mando del general Ignacio Bravo, toman el ultimo reducto
importante de la resistencia maya, el poblado de Chan Santa Cruz. El 22 de
octubre presencia de las delegaciones de los países de América que asisten a la
inauguración y sesiones del segundo congreso PAN-americano. El 2 de enero de
1902 Porfirio Díaz coloca la primera piedra del monumento a los héroes de la
independencia. El 6 de marzo se inaugura en Veracruz las monumentales obras del
pueblo, realizadas por una firma inglesa.
El 27 de octubre de 1903 hay un supuesto atentado
contra Díaz durante su viaje a la ciudad de Guanajuato. El 2 de diciembre la
cámara de diputados aprueba la iniciativa para ampliar el periodo presidencial
a 6 años y crear la vicepresidencia. 1° de diciembre de 1904, Díaz comienza su
7° periodo presidencial, el vicepresidente es Ramón Corral. 28 de septiembre de
1905 los miembros del radio oposicionista regeneración constituyen en san Luis Missouri, la junta organizadora del
partido liberal mexicano. El 15 de diciembre se le otorga a Porfirio Díaz el
gran cordón del merito militar. 8 de abril de 1906 se terminan los trabajos de
restauración en la cuidad prehispánica de teotihuacana, Porfirio encabeza el
asenso a la pirámide del sur. 1° de julio se declara la guerra de cananea. El
1° de julio la junta organizadora del partido liberal mexicano, promulga su
programa de lucha: “No reelección, Jornada de 8 horas, salario mínimo y sección
de tierras a quien lo solicite”. El 26 de septiembre grupos magonistas se
levantan en armas pero fracasan en sus intentos de apoderarse de Jiménez
Coahuila y a Cayuca Veracruz. 4 de diciembre, inicia la huelga de rio blanco.
30 de septiembre de 1907 Eliun Root se entrevista con Porfirio Díaz en palacio
nacional. El 7 de febrero de 1908 James Creeiman entrevista Porfirio Díaz en el
castillo de Chapultepec y declara “cuales quieran que sean las opiniones de mis
amigos y partidarios, me retirare del poder al terminar el actual periodo de
gobierno, y no serviré de nuevo”. El 25 – 26 de junio los magonistas nuevamente
se levantan en armas pero fracasan al tratar de apoderarse de las poblaciones
de Viesca y las vacas cerca de la frontera de México. El 19 de mayo de 1909 se
constituye en la cuidad de México el centro anti-reeleccionista*. 6 de junio Comienza la circulación del periódico
de oposición, “el Anti reeleccionista”. El 18 de Junio Francisco I. Madero
inicia sus giras de proselitismo. El 16 de abril de 1910 Porfirio Díaz se
compromete a dar el poder ha quien el pueblo designe. El 6 de julio Madero es
aprendido y trasladado en la ciudad de san Luis Potosí. 10 de septiembre
comienzan los actos conmemoratorios del centenario de la independencia. 6 de
octubre, Francisco I. Madero escapa de la prisión de San Luis potosí y días
después público el plan de san Luis, que desconoce el gobierno de Porfirio Díaz
e invita al pueblo a tomar armas. El 30 de octubre en las elecciones
secundarias, resultan triunfadores Porfirio Díaz y ramón Corral. El 29 de
noviembre algunos grupos maderistas se levantan en armas al norte de México. El
1° de diciembre triunfa en la 7° reelección Porfirio Díaz. 21 de abril de 1911
el levantamiento armado se ha extendido por el país. El 10 de mayo triunfa la
revolución maderistas. El 2 de mayo son firmados los tratados de ciudad Juárez.
El 25 de mayo de 1911 Porfirio Díaz renuncia a la presidencia de la republica,
abandona la capital y se dirige a Veracruz el 26 de mayo, dejando en caja $63,
000,000. El 31 de mayo se marcha de México. El 17 de junio arriba Porfirio Díaz
a España, el banco de Santander pone a su disposición 1, 500,000 francos. 21 de
junio recibe hospitalidad de Eustaquio Escando en parís. El 3 de julio parte
con su esposa a Suiza. El 2 de octubre un grupo de viajeros mexicanos se
entrevista con Díaz en parís., El 6 de noviembre madero toma posesión de la
presidencia de la republica mexicana. 28
de febrero de 1912 Díaz escribe desde la turbia “ahora siento, no haber
reprimido la revolución. Tenia yo armas y dinero pero ese dinero y esas armas
eran del pueblo y yo ya no quise pasar a la historia usando el dinero y las
armas del pueblo para contrariar su voluntad”. El 2 de abril llega a Madrid con
su esposa y se niega a opinar sobre la situación de México, Al día siguiente el
rey de España Alonso XIII lo recibe en el palacio de Zarzola, Salvador Castelán
le obsequia una casa en Barcelona, sin embargo Díaz declina el objeto. El 19 de
Enero de 1913, en Alejandría se dirige al Cairo. En el Cairo Lora Quitchener a
nombre de la corona española, lo recibe con honores militares. El 15 de marzo
visita al rey Gustavo V de Suecia. El 18 de marzo recibe una invitación oficial
para regresar a México. 15 de abril su hija amada lo visita en parís. El 15 de
septiembre en Biarritz celebra su 83 aniversario. El 1° de noviembre posa para
el último retrato de su vida, con uniforme militar y en decoraciones mexicanas
solamente. El 29 de noviembre acepta volver al servicio activo en el gobierno
mexicano. El 2 de abril de 1914 es ascendido a general de ejército. El 14 de
septiembre Díaz y Carmen apadrinan el Bautizo de Justo Sierra Casasús. El 10 de
octubre comienza sus sesiones en Aguascalientes, la soberana convención
revolucionaria. El 1° de febrero de 1915 Díaz y Carmen viajan a Pau en los
Perineos franceses. El 30 de junio el papa le concede una bendición especial
para que se recupere de salud. El 2 de Julio a las 10:30 muere Porfirio Díaz.
Su cadáver es embalsamado y colocado en una caja herméticamente cerrada que se
introdujo en una caja de madera. En 1° de septiembre el gobierno de Oaxaca
declara 9 días de luto por la muerte
Porfirio. 27 de diciembre de 1921 sus restos son trasladados a un asoleo
ubicado en la sección judía, en el cementerio de Mont Paramase en Paris, donde
descansan desde entonces.
BIBLIOGRAFÍA:
Krauze, Enrrique, Zerón Medina Fausto:
- El orígen
- El destierro
- La ambición
- El poder
- La guerra
- El derrumbe
Editorial Clío.
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